
Con profundo pesar despedimos al Papa Francisco, un hombre que supo sembrar esperanza en tiempos difíciles y acompañar, con palabras y gestos, a los que más sufren y necesitan.
Desde su compromiso pastoral en la Argentina hasta su pontificado al frente de la Iglesia Católica, Francisco nunca perdió su humildad ni su cercanía con el pueblo. Fue un líder espiritual que predicó con el ejemplo, que eligió caminar junto a los pobres, abrazar las causas de los excluidos y denunciar con firmeza las injusticias de un sistema económico que margina y descarta.
Recordamos especialmente su comprensión profunda del valor del trabajo, de la dignidad de las y los trabajadores, y su mirada sensible frente a las luchas del movimiento obrero. Supo poner en palabras lo que muchas veces se quiso callar: que no hay paz sin justicia social.
Hoy el mundo pierde a un referente sensible a las causas más urgentes y humanas de alcance mundial. Desde la FATUN, lo despedimos con gratitud y respeto, reafirmando su legado en nuestras convicciones más profundas: la unidad, la solidaridad, y la lucha por un mundo más justo para todas y todos.
Descansa en paz, Papa Francisco. Tu ejemplo guiará nuestros pasos.