La Resolución REC Nº 030/20 en uno de sus considerandos expresa “Que resulta conveniente ampliar las medidas de prevención dispuestas tomando recaudos para evitar aglomeraciones en espacios cerrados a fin de disminuir los riesgos de contagio” concluyendo con la suspensión de las actividades presenciales para docentes y estudiantes. Esa resolución nos excluía de manera irresponsable, pretendiendo, quizás, que los Nodocentes, siguiéramos desarrollando nuestras tareas habituales con normalidad, en un claro manifiesto de discriminación. Ante ese proceder, bajo el que percibimos subyacen privilegios elitistas y de clase, exigimos al Rector el cese de las actividades presenciales también para las y los Trabajadores Nodocentes y le demandamos ejerza su responsabilidad y deber para el conjunto de la comunidad universitaria.
A pesar de ese paso desafortunado –por llamarlo de alguna manera- corregido luego, la organización sindical que nuclea al conjunto de las y los Trabajadores Nodocentes ha seguido esa línea que une las convicciones con el sentido común, poniéndonos a disposición, actuando oportunamente, siendo receptores de distintas demandas, manteniendo reuniones con los responsables de los sectores administrativos con la intención de analizar y definir aquellas actividades que, en forma remota o presencial, son imprescindibles a corto y mediano plazo, asumiendo el compromiso correspondiente con la vida institucional de la UNLu.
Al tiempo, estamos demandando la programación de la vuelta a nuestras tareas, para que ello suceda en las máximas condiciones de cuidado a la salud y seguridad en cada puesto de trabajo. Para ello requerimos la planificación y ejecución de compras de insumos de limpieza, higiene y seguridad; elementos de protección personal; ropa de trabajo y equipamiento necesario para el desarrollo de nuestras tareas. Además, es imperioso reestructurar los espacios de trabajo, de modo tal que la infraestructura para el desarrollo de nuestra labor cotidiana reúna las condiciones de seguridad que la legislación determina y sea la adecuada a la nueva situación de pandemia.
Por otra parte, exigimos que en este tiempo de trabajo remoto el Rectorado mantenga el respeto por nuestras responsabilidades, competencias y jornada de labor convencional y se abstenga de ejercer prácticas no instituidas.
A la fecha, luego de dos reuniones en los últimos veinte días, aguardamos una respuesta concreta a nuestras peticiones.
Nos cuidamos siempre, hoy en casa, y cuando nos toque volver será con la tranquilidad de tener condiciones de trabajo seguro.